martes, 8 de febrero de 2011

Realidad.

No soy perfecta. Pero, ¿quién lo es?¿Lo eres tú? Cometo errores contínuamente, tropiezo y vuelvo a tropezar con la misma piedra, pero me levanto. Hay miles de cosas que no sé, que tengo que aprender, que no aprenderé jamas. Hay dudas que nunca encontraran su respuesta. Hay piezas que nunca encajarán en mi cabeza. Hay cosas que nunca entenderé. Hay cosas que preferiría no saber. Hay cosas que por mucho que lo intenté no alcanzaré. Hay cosas que deseo.
Pero soy sincera conmigo misma, acepto mis limitaciones. Las acepto e intento superarlas y superarme en todo momento, en toda ocasión.
Intentó poner cada cosa en su sitio, ordenar esa maraña de ideas que tengo en la cabeza, clasificarlas y filtrarlas todas. De esa manera podré poner orden, podre prosperar, podré conseguir aprender más, y sobre todo, madurar.
Intento por todos los medios tener los pies en el suelo, ignorar las fantasías y ver y aceptar las realidades, pero cuesta. Mi fantasía presiona muy fuerte, me atrae con deseos que nadie conoce, me tienta y me atrae como un imán. Pero yo hago de tripas corazón y me esfuerzo, me esfuerzo hasta que el cansancio me vence. Pero lo sigo intentando, sigo marcando esa línea divisoria entre la realidad y mi fantasía.
Pero eso no es tan terrible, en realidad, me dice muchas cosas. Me dice que soy fuerte, me dice que voy progresando, que avanzo en la escalera que es la vida. Y eso es lo que me da más fuerzas para continuar, porque veo que puedo y que lo estoy consiguiendo.
Esa es precisamente una de las diferencias más grandes entre tú y yo.
Tú vives rodeada de un seto protector, que te aleja de todo lo que es malo, del sufrimiento, del dolor. Y aunque hagas creer que estás maravillosamente, me apena tu situación. Es cierto que tienes cosas que yo desearía tener, que ese seto protector te ahorra muchos malos sentimientos, pero no me das envidia. Tú estás dejando que el mundo de tu fantasía te absorba por completo, te ciegue. Es responsabilidad tuya. Solo te deseo buena suerte. Ahora nadie hace que veas la realidad, pero llegará el momento en el que pase, llegará el momento en que te caigas de la nube. Y por no haber sido de manera gradual, el golpe va a ser fuerte. Buena suerte porque te va ha costar acostumbrarte a todo lo que hay aquí abajo. Buena suerte porque como no tengas cuidado vas a ser deborada antes de que te des cuenta.
Pero por el momento, quédate arriba, quédate. Disfrútalo, y de esa manera, yo tendré mucho tiempo para aprender a estar aqui abajo, sin tí.

2 comentarios:

  1. Está muy bien saber que limitaciones tenemos, para no darnos luego de bruces con la realidad y frustrarnos más tarde porque no hemos conseguido lo que queríamos, hay que ser en cada momento lo que corresponda con la circunstancia, a veces hay que ser pesimista, otras optimista y la mayoría de las veces realista.
    Que ella viva en un mundo de mariposas y de color rosa, solo servirá para que más adelante, y vea la vida tal y como es, piense que todo es negro, mientras que nosotros que ya la habíamos visto, la vamos a ver del color que desde un principio ha sido, con objetividad :D

    ResponderEliminar
  2. Exacto más o menos es por donde quería enfocarlo.

    ResponderEliminar