La verdad es que hoy sigo aún un poco zombie. Y no solo se debe al cansancio de todo el viaje, que me ha hecho dormir hasta las tres, sino tambien a que estoy un poco en una nube. El viaje ha sido maravilloso, pero lo he pasado en una nube, no me lo creía. Y ahora que estoy de vuelta en casa me da la impresión de que todo ha sido un sueño.
Me lo he pasado genial, me he reído muchísimo durante estos cinco días. La verdad es que me gustaría dar las gracias a todo el mundo por haberme hecho pasar unos días tan agradables, pero en especial a los que han estado conmigo en todo momento. Ha sido una experiencia inolvidable que nunca olvidaré.
Supongo que ha habido algunos que ayer me vieron llorar al llegar al aeropuerto de Madrid. La razón era que cuarto se me está pasando demasiado rápido. Ya ha pasado el viaje de fin de curso y solo pensar lo poco que nos queda me pone triste. Es cierto que muchos seguiremos viéndonos y que no significa un adiós definitivo, pero creo que es más el hecho de que pasamos una etapa muy bonita, una etapa que no volveremos a vivir. Esa es la azón por la que ayer me emocioné, y agradezco mucho los abrazos que recibí.
El viaje a Roma me ha hecho relacionarme más con algunas personas con las que antes apenas hablaba, y estrechar lazos con otras. El compartir cansacio, dolor de pies, risas y muchas cosas más ha sido increible.
Ahora llegan los días de recordar anécdotas y muchas, muchas fotos. Solo espero, y me propongo pasarlo genial todo este tiempo que nos queda, disfrutar del tiempo que pasemos juntos y grabar cada instante en mi cabeza para recordarlo posteriormente.
Escribiré alguna entrada contando experiencias, anécdotas y vivencias en el mencionado viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario