viernes, 4 de marzo de 2011

Agobio.

Se acaba la evaluación. Si, esto es así, y aunque deberíamos sentirnos felices y relajados porque se acercan las vacaciones y porque ya queda menos para acabar el curso…yo no siento eso para nada.
Lo único que soy capaz de sentir en estos momentos es agobio, muchísimo agobio. Y todo esto se debe a que hay más y más exámenes, y hay que hacer más y más trabajos, y a esto se le junta los deberes diarios. Y claro, todo esto sería mucho más llevadero si tuviéramos un horario un pelín menos largo, o al menos un pelín más normal.
A todo esto hay que sumarle que, qué casualidad que justo la evaluación en la que se van a basar para cogerte en un instituto el año que viene sea en la que peor notas saques. Parece que cuando más queremos esforzarnos peor nos sale.
Cuando no tienes ni un momento de descanso, ni un segundo para respirar hondo, cuando no paras de darle vueltas a la cabeza por la cantidad de cosas que tienes que hacer y no paras de pensar: no me da tiempo, no m da tiempo, no m da tiempo….Eso es el agobio, el sentir que algo te presiona, el sentir que no eres dueño de tu tiempo y sentir que no lo estás distribuyendo bien. Y es una sensación de angustia horrible que se te va acumulando en el pecho y no te deja respirar y te agobia y te presiona. Es en esos momentos cuando te entran ganas de llorar y de chillar, de dejar lo que estás haciendo y poder escaparte y olvidarte de todo. Pero justo en ese momento viene una vocecita a tu cabeza diciéndote que no te rindas y que merece la pena el esfuerzo.
Así que no desesperes porque esa vocecita tiene razón, inténtalo aunque cueste y esfuérzate, porque verás sus frutos no dentro de mucho.

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