viernes, 15 de abril de 2011

La danza del vientre.

Hoy voy a contar una experiencia que viví en Roma de lo más graciosa. Como ya sabreís unas de las personas con las que compartí habitación fue con Alba, con la que jamás había tenido relación. Sin embargo, me he dado cuenta de que es una chica encantadora y divertida con la que he conectado enseguida.
El caso es que uno de los dás empezamos con la broma de bailar en plna Shakira: moviendo las caderas, con pasos orientales y cosas así. Un día llegué a la habitación y las demás ya estaban allí. El caso es que cuando según entré me encuentro a Alba viniendo hacia mí por el pasillo con una canción extraña en el móvil y meneando las caderas de una forma muy graciosa. Cuando la ví, a pesar del dolor de pies que traía y el cansancio, no pude evitar reirme. Además de eso mi siguiente reacción fue seguirla y bailar con ella.
Así que imanigate a dos chicas muertas de cansancio bailando de forma ridícula por toda la habitación. En fin para habernos visto.
Debido a que llevábamos un rato bailando se produjo en mí una reacción a la que llamaremos motivación. Empencé a volverme loca y me olvidé de mis dolores de abuela. Esto provocó que le dijera a Alba que salieramos a la mini-terraza para seguir haciendo el tonto y seguir bailando. Ambas salimos fuera y seguimos motivándonos.
¿Qué pasó entonces? Bueno, mientras yo seguía con mi baile artístico me dió por girar la cabeza hacia la derecha. ¿Cuál fue mi sorpresa? Me encontré a un señor en la terraza de al lado (es decir, a dos metros escasos) que nos miraba fijamente con cara de incrédulo. Mi reacción inmediata, obviamente, fue parar de bailar y meterme de nuevo a la habitación. Pero mi deber era salvar a Alba de un gran ridículo, así que la avisé lo más rápido que pude.
La verdad es que no puedo expresar lo mucho que me reí y lo bien que me lo pasé.

2 comentarios:

  1. Inolvidable, Itziar.¡Menudo momento!
    Vale, hicimos el ridículo, pero mereció la pena. Sigo riéndome cada vez que pienso en ello.

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  2. Hicimos el redículo pero da igual no creo que volvamos a ver al hombre observador jajaja. Yo tambien me rio cada vez que lo recuerdo.

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