Una de mis amigas cercanas llevaba un tiempo desanimada debido a un problema familiar. Estaba triste como, es lógico, y eso nos hacía sentirnos mal ya que es una chica muy alegre. Por eso mi prima, otra amiga y yo decidimos hacerla una fiestecilla sorpresa para animarla un poco y decirla que la queremos.
Lo hablamos con sus padres para que lo supieran y pusimos una fecha. Por casualidades de la vida tuvimos que trasladar la fecha dos veces por problemas que nos fueron surgiendo y que impedían que quedáramos. Pero, para que no nos pasara la siguiente vez, pusimos un señuelo.
Y por fin después de todas las preparaciones llegó la esperada tarde. Yo estaba muy nerviosa y emocionada. El plan era que yo subiera a su casa, y cuando fuera a bajar tenía que hacerles una llamada perdida a mis dos amigas para que se preparaban. Además de eso yo tenía que ponerme a grabar antes de salir al portal para que todo quedara constatado. El problema es que vive en un bajo, y para cuando me quise dar cuenta no había terminado de hacer la llamada y aún no había sacado la cámara y ella estaba practicamente fuera. La llamé para que se parara mientras yo terminaba de hacer la llamada. Como tenía que sacar la cámara, grabar y salir antes que ella tuve que detenerla varias veces para que no saliera. Después de este obstáculo consuguí salir antes y grabarlo todo.
Bueno la verdad es que lo que planeamos no salió del todo bien. Habíamos comprado dos cañones de confeti que mis dos amigas tenían que lanzarla cuando saliera del portal. Pero ella salió y los cañones, a pesar del esfuerzo, no se disparaban. Esto produjo un momento de tensión para nosotras y un momento de frustación para nuestra protagonista. Finalmente los cañones funcionaron.
Tras llenarla de confeti hasta los pies, la coronamos como la más loca de las locas, con su banda y ramo de flores. Nosotras dos nos enroscamos serpentinas al cuello y nos pusimos accesorios bastante ridículos.
Tras esto, fuimos las cuatro hacia el carrefour, pero estuvimos todo el camino haciendo el tonto y armando escándalo con unos matasuegras que sonaban un montón. Pensé que no nos dejarían entrar con esas pintas, pero la verdad es que si.
Fue una tarde divertidísima y la animamos mucho.
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